El mármol es una roca metamórfica compacta formada a partir de rocas calizas que, sometidas a elevadas temperaturas y presiones, alcanzando un alto grado de cristalización. El componente básico del mármol es el carbonato de calcio, cuyo contenido supera el 90%; los demás componentes, considerados impurezas, son los que dan gran variedad de colores en los mármoles y definen sus características físicas. Tras un proceso de pulido por abrasión, el mármol alcanza alto nivel de brillo natural, es decir, sin ceras ni componentes químicos.
El mármol posee uno de los más estéticos y limpios diseños arquitectónicos, y se utiliza principalmente en construcción, decoración y escultura. El mármol no sólo es un buen material de construcción; también posee cualidades estéticas en la decoración por su amplia gama de colores y su capacidad de brillar naturalmente después de ser pulido. Es de gran durabilidad, garantizado por más de 20 años. Muestra apariencia de orden y es fácil de limpiar. Resiste el tráfico de personas y objetos dependiendo del acabado. Se puede fijar sobre cualquier superficie.
El mármol no debe exponerse con frecuencia al agua y otros líquidos (vinos, cítricos, aceites). El sol, la humedad y el viento son factores climáticos que desgastan el material y hacen que pierda su brillo. Con el paso del tiempo, este material comienza a desgastarse y se estropea por los golpes y las rozaduras; es un material muy delicado que requiere de ciertos cuidados.
Se adapta a exteriores, interiores, baños etc. dando perfección y elegancia. Es símbolo de armonía y es combinable con varios materiales de construcción como la madera, cerámica y el yeso.
C/ Loto 9
Torrijos (Toledo)
45500